Es altamente recomendable si solo te gusta sentarte y disfrutar, algo que es obligado y altamente recomendable para los mas pequeños, esta historia se viste con grandes galas, con personajes bien definidos y coloridos, y se celebra el hecho de no querer hacer muy realistas a los vikingos en favor de una mayor expresividad de los protagonistas. Pero quienes se lleva el gato al agua en este sentido son los dragones, y especialmente es el dragon mascota de Hipo el que curiosamente, se parece mucho a un Pokemon, quizás sea algo que pinte bien tratandose de un film en su mayoría enfocado a un auditorio de niños.
Desde luego los realizadores de Cómo entrenar a tu dragón tienen bagaje en el terreno de la animación, al crear a un hijo que brilla, encanta e hipnotiza, se vende como una comedia algo que tambien encanta a los niños y aunque hay bastantes gags, no provocan la carcajada, sólo la sonrisa repetida. Todo se hila para crear al héroe y un film de aventuras formidable. Además, por una vez y sin que sirva de precedente, los directores nos evaden el típico romance dulzón que no necesariamente le importa a los pequeños, y que en esta proyección se vuelve completamente prescindible.
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