La verdad es que la proyección es un tanto triste es mas bien como un fracaso en lugar de un encuentro una crónica, con tres escalas, de un fracaso, tal vez aún a tiempo de maquillarse con las efímeras purpurinas navideñas.
Todos están bien visita esa terrible certeza por la cual la familia es más un desencuentro que un encuentro. "Están todos bien" iba a ser un remake en USA en el que De Niro emulaba a Mastroianni.
La sorpresa ha sido más que agradable: el film de Kirk Jones no realiza una ñoña apología de la senilidad patriarcal, sino una sentida (y sí, también sentimentaloide) pieza sustentada en el diálogo sobre un padre que ha defraudado las expectativas de sus hijos y las suyas propias por lo tanto la frustración es enorme.
Cada conversación-visita al vástago esquivo y finalmente desconocido, lo que comprueba y constata el fracaso de unas vidas envueltas entre sucedáneos de felicidad y convivencia. Un trío de charlas que, pese al dolor del reflejo de las mismas , tendrán un efecto balsámico agridulce y amargo, y que alcanzan mayor profundidad bajo la sombra de ese otro cuarto hijo, la aparente oveja negra, ausente a la cual De Niro es la que mas sufre anhela y su sentimiento es truncado, el director dota de tristeza y humor a este anciano viudo y solitario a la búsqueda de una familia rota que aparentemente volverá a estar junta ( lo cual se niega en el final) ,en un registro mucho más deudor de la introspección indie (y de atravesada caricatura).
Creo que el filme es un acierto formal y dramático completado por un excelente actuación de Robert De Niro lejos de la payasada o el histrión de cintas similares, algo que elude problemas para permitir que esta proyección brille, brilla de manera peculiar pero de que lo hace, lo hace...
Así que ya podemos estar todos bien.
No hay comentarios:
Publicar un comentario